El amor, el sexo y la sexualidad
El amor y el sexo, el arte más bello de manifestación del hombre, un acto donde se entregan cuerpo y alma, un acto donde también es juzgada la sexualidad, como si esta determinara la calidad del sentir.
¿Acaso no es injusto que se cuestione la sexualidad en el amor y el sexo?
¿Acaso no son estas las más maravillosas manifestaciones de afecto que da el ser humano?
Cuando se está enamorado no se discrimina color de piel, estatura o contextura física, ¿entonces por qué discriminar la sexualidad?, ¿Acaso no estamos en un mundo donde somos libres de amar? ¿No es eso lo que nos enseñan desde la religión?, si no estoy mal la veces que yo iba a la iglesia el predicador siempre decía “ama a vuestro prójimo como Dios os ha amado” ¿entonces por qué entrar a cuestionar y juzgar los sentimiento?, si es el hombre quien con sus emociones ha logrado desarrollarse cultural, emocional y hasta tecnológicamente.
El amor es un acto que nos lleva a la locura, a la ceguera y hasta un desorden emocional. Es un sentimiento tan intenso, tan bonito que cuando es penalizado el mejor remedio pareciera la muerte.
Al igual que en el amor juzgan el sexo una palabra que causa pudor y a veces hasta asco, como si no fuese este acto la sensación más bonita, placentera y orgásmica que podemos sentir, un momento donde no solo se unen dos cuerpos desnudos, donde no solo la pasión sino también el amor hacen parte de un juego de enlazamiento espiritual, donde dos cuerpos, dos mentes y dos almas parecieran hacer un gran big bang, donde se crea todo un universo lleno de magia y estrellas, donde la sexualidad no tiene dominio sea hombre o sea mujer.
Como decía una reina de belleza de mi país, quien ha sido juzgada y cuestionada por su respuesta… “el hombre es el complemento del hombre, mujer con mujer, hombre con hombre y del mismo modo en el sentido contrario”… pues por ridícula que pareciera esta respuesta no es algo que se aleje tanto de la realidad, ¡es un hecho! o acaso como hombres no necesitamos del amor de un padre, hermano o amigo, o como mujeres no necesitamos del amor de una madre, hermana o amiga…
Como seres humanos nos dedicamos a juzgar cuestionar y señalar a los demás para crear esa necesidad de superioridad, damos títulos y sobrenombres para burlarnos de los demás.
Solo digo es que soy un ser humano igual que los demás, por lo tanto soy libe de amar y tener sexo ya sea un hombre o sea una mujer. Soy libre de protestar y manifestar que no deberían ser actos juzgados cuando es algo natural,
¡No os dejéis engañar, tildar o señalar sois libres de amar, ni sois macho ni sois hembra, solo sois un humano dispuesto a dar amor a quien lo necesita!
Jean Pierre Ramirez
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